22 noviembre 2006

Cara de putero


Esta mañana comentaba con Mundoreactivo y Churri la facilidad que tenemos todos para prejuzgar a cualquier persona que nos rodea. En mi caso, hoy, la tendencia tiene una vena canalla y sin querer veo a todos los hombres en su grado de "puteros potenciales".
¿Tiene un putero cara de putero? e incluso ¿Existen grados de putero? Ah gran disquisición para este día nublado, ¿tiene la gente cara de lo que es?
Iba un cuarenton en su coche de familia numerosa propiedad de multinacional más o menos de design cuando yo pasaba hacia mi café diario. El paisano en cuestión, estaba gordete, gordete de esa felicidad que acompaña al que no tiene una gran actividad física, se vanagloria de ello y además se siente feliz en su status de comprador de "pata negra" de corte inglés el sábado por la mañana. Algo llamó mi atención, concretamente una espantosa almohada tipo "butterfly pillow" que estaba pegada al asiento del copiloto y que para más señas se decoraba con el logotipo de la marca del cochecito. Este detalle hizo que fijase mi atención en el individuo en sí y de paso provocó que él me mirase a mí al sentirse observado. Me miró, lo miré, una décima de segundo y a mi mente pum! una idea: ese tío es un putero.
Que injusto! un cruce de miradas es suficiente para transformar a un honrado padre de familia con los lunis en la luna lateral, en putero.
Pero ¿era un "putopata" , un putero ocasional en busca de experiencias vetadas por su mujer, un putero de comida de negocios, un putero obligado por su timidez o simplemente un putero por necesidad de dominio?
¿Son las putas unos seres capaces no sólo de aguantar a estos elementos sino complejas analíticas de personalidades?
Conclusión, qué difícil ser puta y pero sobre todo que duro ser puta y psicóloga de miserias.

17 noviembre 2006

Mi vida sin internet


Mi carácter es un poquito, digamos, energético. A todo lo que hago en la vida le imprimo la misma fuerza, total que con la misma he hundido sin remedio las patillas del enchufe de mi AP y me he encontrado en un flash-back al año 90 y a mi vida sin internet.
A los (pocos) que me siguen les pido disculpas y advierto que en ningún caso he dejado mi afición recién descubierta de escribir lo que pienso y no lo que me invento, es mi ímpetu que me ha desconectado de las nuevas tecnologías por unas semanas.
Como buena aficionada a la reflexión me doy un poco de lástima por no tener ni 30 minutos para ir a comprar un nuevo aparato, pero bueno, en breve por aquí me encontraréis de nuevo!