19 diciembre 2007

La insoportable levedad del fast-world



Mi gran maestro Pucho Ortiz me enseñó a mirar.

Mirar es una gracia original con la que muy pocos nacen y de la que otros disfrutamos gracias a la generosa donación de un guía. Es como si una oficiosa gran comunidad global de donantes activase un resorte en la mente de algunos elegidos, legándonos una llave atemporal de admiración y disfrute de sentidos adormecidos.

El ojo se educa. Los sentidos se educan. Se puede ver y mirar. Se puede oir y escuchar. Palpar y sentir. Probar y saborear. Oler y evocar.

Es la diferencia entre lo obvio y el esfuerzo.


Recordé a Pucho hoy, porque para mirar hay que tener tiempo y con este ambiente de fast-consume Navideño, reflexiono sobre como en los últimos años y cada vez más, la valoración del placer (en este caso de los sentidos, pero podría ser placer en general) es directamente proporcional a la inmediatez, indirectamente proporcional al esfuerzo y con una duración siempre muy limitada.

¿Eres capaz de liberarte del encarcelamiento del placer del consumo? ¿Eres consciente de hasta que punto sólo disfrutas de aquello que obtienes facilmente? ¿Entiendes que lo obtenido con facilidad produce casi siempre un placer inapreciable? ¿Obtienes, de verdad, placer de tus aficiones? ¿Tienes aficiones?

¿Todo pasa y todo queda? ¿O lo nuestro es SOLO pasar?

Las guerras televisadas son express,
las comidas no se cocinan con amor: las descongelan los robots,
la ropa se compra en fast-fashion asequible y perecedera con la temporada,
los polvos del gallo ya no son noticia porque se confunden con "gastar" amantes,
los amigos son los beneficios que se saca de ellos,
los hijos se implantan de tres en tres o se importan en excursiones a la pobreza abastecedora de humanos,
la adolescencia empieza a los 8 y nunca existe como tal,
la juventud es falsamente eterna
y la vejez es una falta de status.

Esto no es un río de la vida, es una presa con las compuertas abiertas!


¿Dónde está mi mundo?
Si es que ya sabía yo que esto de mis mapas del 88 y tanta negativa a la compra del Tomtom tendría consecuencias. Me he vuelto a perder.


"El apetito consumidor sin precedentes destruye los sistemas naturales de los que todos dependemos y hace aún más difícil que los pobres satisfagan sus necesidades básicas"
Christopher Flavin, director del Instituto Worldwatch.

08 octubre 2007

Yo quiero a Capote




He empezado a releer a mi admiradísimo Capote y llevo 4 días en una nube.

Cuando en los diferentes "test" que he ido haciendo a lo largo de mi vida, me encontraba con la maldita casilla de las "aficiones", nunca he sabido qué contestar. No se si por gallega o por falta de decisión, lo cierto es que no tengo ni idea de cuales son mis "aficiones". ¿Leer? ¿escribir? ¿viajar? ¿follar? ¿el futbol? ¿los toros? ¿el piano? ¿pintar?... Si es que en realidad lo que no tengo es tiempo, pero gustar me gusta todo lo que me produce algún tipo de placer físico o mental, y a mí me produce placer casi todo, en su justa medida.


Cuando eres una persona de extremos sufrimientos, también tienes la grata recompensa de las extremas pasiones. La percepción de las más pequeñas de las cosas es terriblemente cruel: Si eres capaz de agrandar la lupa para los placeres, no podrás evitar ver la parte más descarnada en toda su franqueza.

Me da la sensación de que Capote veía el mundo con una gran lupa, una lupa inconmensurable para su particular Jardín de las Delicias, un mundo lleno de color y de dolor, sin tonalidades medias, sólo al alcance de él mismo.

Mis viajes a la mente de Capote son siempre realmente productivos. La genialidad de la aparente sencillez en una técnica tan absolutamente perfecta me lleva a caer en sus trampas conscientemente, dejándome llevar por este ser atormentado.
Pobre Capote, me impresiona el sufrimiento de su capacidad para ver un mundo en su desnudez que baila la danza de la muerte en su incapacidad para aceptarlo como es.

Hoy en homenaje a este terriblemente atormentado optimista, acompaño un fragmento del prefacio que él mismo escribió para "Música para camaleones":

Mi vida – como artista, por lo menos – puede ser proyectada en un gráfico con la misma precisión que una fiebre, registrándose altos y bajos, ciclos específicamente definidos.
Comencé a escribir a los ocho años, inesperadamente, sin la inspiración de un modelo. No conocía a nadie que escribiera. En realidad, apenas si conocía a alguien que leyera. El hecho era que sólo cuatro cosas me interesaban: leer, ir al cine, zapatear y dibujar. Luego, un día, empecé a escribir, sin saber que me había encadenado, de por vida, a un amo noble pero despiadado. Cuando Dios nos ofrece un don, al mismo tiempo nos entrega un látigo, y éste sólo tiene por finalidad la autoflagelación.
Pero, naturalmente, yo no lo sabía. Yo escribía historias de aventuras, novelas policiales, escenas cómicas, cuentos que me había narrado ex esclavos y veteranos de la Guerra Civil. Me divertía muchísimo, al principio. Dejé de divertirme cuando descubrí la diferencia entre escribir bien y mal, y luego hice un descubrimiento más alarmante aún: la diferencia entre escribir bien y el verdadero arte. Una diferencia sutil, pero feroz. Después de eso, cayó el látigo.
Así como algunas personas practicaban el piano o el violín cuatro y cinco horas diarias, yo practicaba con mis lapiceras y papeles. Sin embargo, no mostraba a nadie lo que hacía. Si alguien me preguntaba en qué estaba ocupado todo ese tiempo, les decía que con mis tareas escolares. En realidad, nunca hacía tareas escolares. Las literarias me mantenían totalmente ocupado: se trataba de mi aprendizaje en el altar de la técnica, del oficio, de las endiabladas complicaciones de la división en párrafos, la puntuación, el empleo del diálogo, para no mencionar el gran diseño total, el gran arco que exige comienzo, medio y final. Había que aprender, y de tantas fuentes: no sólo de los libros, sino de la música, de la pintura, de la mera observación cotidiana.
(...) Ya a los diecisiete años era un escritor consumado. De ser pianista, ese hubiera sido el momento propicio para el primer concierto en público. Siendo escritor, decidí que era el momento de publicar. Envié cuentos a las principales publicaciones literarias y a las revistas de distribución nacional(...) Mis cuentos aparecieron, puntualmente, en las mismas.
Luego, en 1948, publiqué una novela: Otras voces, otros ámbitos. Fue bien recibida por la crítica y resultó un best seller. (...) (Algunos comentaron) “Sorprendente que alguien tan joven pueda escribir tan bien”. ¿Sorprendente? ¡Sólo hacía catorce años que escribía, día tras día!
(...) Durante diez años experimenté con casi todos los estilos y formas literarios, intentando dominar una variedad de técnicas, lograr un virtuosismo tan fuerte y flexible como la red de un pescador. Por supuesto, fracasé en varias de las áreas que ensayé, pero es verdad que uno aprende más del fracaso que del éxito. Así fue en mi caso, y más adelante pude aplicar con gran provecho lo que aprendí.

Truman Capote, "Música para camaleones"



01 octubre 2007

Las arrobas en mi mundo medieval


Mis veranos han sido muuuuy leeentos, al menos mientras fui joven.
Los meses de Julio eran la primera fase de una temporada larguíiisiiiima llena de acontecimientos. En aquel entonces los novios, voy a ser indulgente, eran digamos que mensuales; las fiestas diarias y las noches eternas.

Mi veraneo era un veraneo clásico a la "gallega": De Junio a Septiembre, por la mañana playa, por la tarde torneo de tute cabrón y playa y por la noche fiesta. Llueva o no.
El agua si no tienes pozo, a la fuente. La tele con cuernos de dos canales. El pan en Julia cuando salga y hay que dejar la bolsa antes que si no, no te guarda bolo.

Hasta que alguien tenía coche, la fiesta a pie o en la playa. No hacía falta quedar, sólo teníamos un bar, con lo cual, o te llevabas bien o te quedabas en casa. Y lo más importante: sin teléfono.
El detalle nada trivial de no tener teléfono ni fijo ni móvil, le daba a la vida un carácter completamente errático, la suerte era un factor y la inmediatez un imposible.

¿Me encontraré con él esta noche? Hace que se te peguen las paredes del estómago al ver su cara al entrar en un bar.
¿Me responderá al SMS? Menuda mierda de romanticismo a 10 céntimos el mensaje.

Este viaje al pasado me lo ha producido mi nunca suficientemente apreciado periódico (La Voz de Galicia), que es quien me va contando que viví una vida que ya no existe.

Siempre, sin excepción, compro La Voz el sábado y el domingo. Siempre y sin excepción desde que era una niña, leo las esquelas. Creo que es parte de una buena educación. Me parece completamente imperdonable no saber quien nació, quien se casó y sobre todo quien se murió.
La esquela te dice con gran detalle quien es el fiambre, sus hijos, sus nietos, la familia directa y la política...una eficaz herramienta de comunicación.

Toda la vida, se ha dado el pésame en las casas. Con el cuerpo presente. A caja abierta o cerrada.
Salíamos de la casa acompañando a la familia y en coche o andando, todos para la iglesia y cementerio.
Pasaron los años y empezaron a llegar los tanatorios, perdón, el tanatorio de la comarca o de la ciudad pequeña. Y todo el mundo a los hiper-duelos.
Yo que no quiero ir a un tanatorio, no quiero ver a nadie en la urna usada de la muerte de todos. En la cama hasta el hoyo, y de allí a los gusanos. Pero por favor por el camino, no me pongan en un escaparate de rebajas de cadaver.

El domingo entré en shock.

Yo que pensaba que lo del tanatorio era el peor de los cambios posibles.

Me pongo a leer las esquelas y observo un síbolo raro: Maria Jose X (Pepita do Forneiro) a tal edad, sus hijos, blablabla ... @ ... blablabla, la misa... ummmmm

¿ @ ?

Arroba???? Si. Arroba. Se recibe pésame en hogar10@pompascoruna.es (cuidado que es real).

Señores, hasta aquí he llegado. Hago un testamento vital en este momento:
No quiero que me prolonguen la vida ni por un momento de forma innecesaria. No quiero máquinas. Ante la posibilidad de ser una carga para mi familia, eutanasia.
Mi cuerpo: Se donan todos los órganos y el resto, a la ciencia. Los pobres alumnos de las facultades no ven un cadaver hasta acabar la carrera.

Y a los amigos y conocidos: Por favor, no uséis ningún medio electrónico para dar mi pésame, como mucho una llamadita, aunque lo suyo es presentarse, pero bueno, la vida moderna, la falta de tiempo. No os voy a perseguir con mi ollo de vidrio por eso.

Pero Dios, una vez palme, considerad desenchufada la BBerry!

28 septiembre 2007

La ficción de la profesionalidad y la mentira colectiva


Me fascinan las mentiras colectivas.

Hace algún tiempo tuve una época en la que leía con verdadero placer cada noticia de sucesos del periódico en la que hubiese un asesinato, sólo por la posilibidad de encontrar un resquicio de justificación del periodista: "Asesinado a balazos en pleno centro de Madrid", subtítulo "La policía investiga un posible ajuste de cuentas".

En otras palabras, moraleja: Se lo merecía, era un narcotraficante.

Usted, noble ciudadano que va todas las mañanas a trabajar para mantener a su familia, nunca jamás le pasará algo semejante, esté tranquilo que estas cosas sólo le pasan a los choris metidos a camellos. ¿Mentira necesaria? Pues no lo se, pero desde luego seguro que mentira colectiva.
Si el mismo razonamiento lo elevo a la enésima potencia, me encuentro con Marx y sin duda "la religión es el opio del pueblo". Porque al fin y al cabo, ¿Dios es una realidad o una mentira colectiva necesaria? Bufff, es viernes por la tarde!

Sin llegar a semejantes extremos , tengo que nombrar a mi buen amigo Borja (al que le va a encantar formar parte de una reflexión en la que Marx está incluido) y a una idea de su absoluta propiedad "la ficción de la profesionalidad".

¿Qué es más importante trabajar o que parecezca que trabajas? ¿Qué es más necesario ser profesional o darle a tu trabajo un "formato" profesionalizado? ¿Alguna de estas posturas es excluyente de la otra?

Cuando las normas se han complicado tanto en los grupos sociales, muchas veces las formas son la pauta del desempeño posterior, el procedimiento es un trabajo en sí mismo y la presentación sin duda, una de las partes más importantes del proyecto.

¿No te gustaría por un momento volver a empezar y sólo "hacer cosas"? Imagínate poder limpiar de capas esta estratificación de normas establecidas, esta pantomima de autoventa permanente.

Al final siempre nos quedará Burning Man!...Una vez al año ;-)


23 julio 2007

Mickey Mouse, ese gran chorizo


Hablaba el otro día con una persona que acababa de visitar un famoso parque infantil con sus hijos de tres años. La mujer en cuestión, perteneciente a un círculo social "más o menos de relumbrón" de la más carpetovetónicas de las españas, estaba completamente espantada con el aspecto de "los europeos".

"...Todos con chanclas, pero toooodos con chanclas y algunos hasta con calcetines..."

Después de dedicar unos 10 minutos de conversación a explicar el inefable aspecto de "los europeos", "porque como aquí no se viste en ningún sitio", y que la causa de todo "es que la entrada es tan barata que entra cualquiera" y concluyendo con un "menos mal que no esperábamos colas porque llevábamos la vip-pass"; tuvo a bien explicarnos lo que para mí ha sido una mina de conclusiones:
Pongámonos en situación, mujer de menos de 35 años, educada en el extranjero, universitaria, con master, y hablando 3 o 4 idiomas.

"Lo más incómodo era salir de las atracciones y no encontrar la silla alquilada para el niño y eso que llevaba el nombre en una pegatina. Para que te diesen otra te tenías que ir hasta la entrada del parque, imagínate".
La silla en cuestión es el carrito de alquiler que evita que lleves al angelito de 20 kg. en la espalda cuando se canse del paraiso enlatado de la felicidad con marca. Que suele ser más bien pronto.

Contesté que efectivamente que casi mejor quedarse uno fuera y entrar otro con el niño (que personalmente me lo tomaría como un descanso de tanta pijada), que volver a la entrada del parque cada vez que desaparezca la sillita.

Mirada con ojos desorbitados, cara de incredulidad, movimiento de dedo a izquierda y derecha:
"Nooooo! Si no estaba, se la cogíamos a alguien, yo no vuelvo a la entrada ni loca, que vuelvan los de las chanclas"

"Claro, queeee se busque la vida otro!"
No entendió, obviamente, que era una ironía.

Y yo me pregunto que puedo esperar de esa mujer en un incendio, en una guerra, en una decisión valiente, en mi día a día. Lo más triste es que creo de verdad que es un ejemplo de animal común, es una más de la terrible plaga de mediocridad que nos invade.

Cada día que pasa estoy más convencida de que ahora más que nunca las diferencias de educación y de oportunidades son muchísimo más grandes de lo nunca han sido, tanto para los ricos como para los pobres.
Mucha piscina, mucho inglés y mucha pobreza de espíritu.

12 junio 2007

¿Educación o juicio?


Siempre he pensado que una buena educación es algo tan imprescindible en la vida como respirar. Para que nos vamos a engañar: En este tema y casi sólo en ese tema, soy una extremista.

Odio las frases que empiezan con "odio", son como una frívola lista de la compra de tu derecho a odiar, como tu color favorito o la respuesta a qué te llevarías a una isla desierta pero en el más absurdo de los extremos negativos. Pero es verdad, existe algo que odio, que me descentra y me encabrona a diario: Odio la mala educación.

¿Qué es la educación?
El diccionario de la R.A.E. aporta una definición que no refleja mi idea de "educación", quizás su última acepción "cortesía, urbanidad" es la más cercana, pero no es completo.
Para conseguir un resultado más cercano a lo que yo pienso, metería en la coctelera a la "educación" del diccionario castellano, al poco común "seny" catalán, al completo "sense" inglés, a la explicación de la Wikipedia, y al "savoir fair" francés.

Al final me habría salido algo así como una mezcla de juicio y sentido que no es imaginable en una cabeza ineducada. Al fin y al cabo la educación es para la mente lo que la tabla periódica a la química.

Pero claro, ¿se puede pretender que el mundo sea la morada de unos seres maravillosos todos levitando en busca de su santidad diaria? ¿alguien se puede imaginar una especie de Opuslandia en donde todos seamos así de equilibrados? Yo no.

¿Y entonces que nos queda?
Nos queda pedir que como los tontos* también tienen que salir de casa, que por favor, sean mínimamente educados según el diccionario de la R.A.E.

*Tonto en mi diccionario de opinión personal:
1.- Dícese del individuo pijo, prepotente, snob, déspota, desidioso, vago, indolente, majadero, complicado, canalla, indigno, chaquetero, u otros similares. Las características pueden ser de aplicación por si solas o en suma unas con otras.
2.- El que lo es y además vive de ello sin esforzarse en mejorar. Perdónalo, que ya sabes como es (esta frase, una de mis favoritas, será la protagonista de mi próximo post :-)).




07 mayo 2007

Esposas o compañeras de vida



El otro día en una comida "confesé" que no tengo las orejas agujereadas. Parece una tontería, o al menos a mí me lo parece. Pues no, no es una tontería: Parece ser que es una declaración de principios.

Mis padres, jovenzuelos del 68 inspirados por aires de libertad tipo el personaje de "Toni" en la serie "Cuéntame" , acordaron que no hacerme perforar las orejas era un símbolo de la independencia en mis decisiones con la que pensaban educarme.
Una forma tan válida como otra de hacer revolución y quizás la más honrada, es empezar por lo que afecta a tu vida diaria, sin grandes declaraciones de principios, simplemente haciendo una vida coherente a tus ideas.
Evidentemente no hacerle agujeros a un bebé no va a marcar su vida ya que tiene el resto de su existencia para agujerearse lo que quiera, cuando tenga la capacidad de hacerlo e incluso antes. Es una gran muestra de respeto que aún hoy agradezco a mis padres.

Con casi 40 años que tengo he podido agujerearme todo lo que haya querido, es más, he podido hasta ponerme anillas en el cuello tipo mujer jirafa, pero lo cierto es que nunca he entendido qué necesidad puede haber de taladrarse un órgano existiendo pendientes de "clip".
Las visitas a los anticuarios y las subastas son unas de mis aficiones al igual que viajar, por lo que cada vez que encuentro pendientes alemanes o franceses antiguos o viajo a paises anglosajones, me compro pendientes. Y es que aunque casi nadie lo sabe, sólo en ciertos países católico-romanos se agujerea a las niñas nada más nacer, el resto del mundo lo hace de adulto o simplemente no lo hace. Finalmente, la mitad de los adornos más allá de los Pirineos son en una gran proporción "sin pincho".

Todo esto que puede parecer una chorrada, o al menos a mí me lo parece, provoca una gran polémica que me he encontrado nuevamente este fin de semana: Si no me hago agujeros en las orejas pongo en duda mi sexualidad. Es más, mis orejas sin agujerear son una prueba más de mi masculinidad!
Y yo me pregunto, si mi marido necesitase asociar mi feminidad a unos agujeros en las orejas ¿Me habría casado con un hombre maduro? ¿No está despreciando a su mujer el hombre que dice algo así?

En esta España de "igualitarios de postal" la hembra que se sale del carril, acojona. Para ser una perfecta esposa ante todo hay que demostrar la sumisión al puesto, y el agujero en la oreja debe ser una prueba.
Si eres una mujer, ¿Crees que los hombres siguen necesitando mujeres que demuestren "atributos propios de su condición"?
Sumisión, aparente aceptación de roles y sobre todo prioridad en su estética sobre su salud hasta el punto de "taladrarse órganos" para estar siempre guapas para su hombre. Desde que naces, por si no te queda claro.

¿Siguen necesitando los hombres a una esposa tradicional? ¿Somos las mujeres las que seguimos representando el papel, conscientes de que así seguirá habiendo más viudas que viudos? ¿Prefieren los hombres a una mujer dependiente frente a una mujer compañera?


Buf! Cómo quiero a mi marido!



*La imagen es cortesía de un enriquecedor y clarificador foro: "Cuarentones.net"



13 abril 2007

Valentía e inconsciencia




Vamos a jugar un poco:
Una noche encuentras el botín de un robo en tu jardín. Son joyas. No tienen nombre, sólo un significado: Un ladrón ha estado a 2 metros de tu cama.
¿Llamas a la policía? ¿Acusas a un ladrón que sabe dónde vives? o ¿Te quedas las joyas sin nombre?
Y si vives en un pequeño pueblo de España, lo de España es un factor importante por el reducido "coste" de los castigos penitenciarios; y alguien es asesinado de 20 clavadas de destornillador. Tú sabes quien ha sido.
¿Irías al cuartelillo de la Guardia Civil a denunciar? ¿Te callarías? ¿Seguirías toda la vida saludando a la salida de misa al asesino?

Los dos son casos muy reales. Uno es mi jardín hace un par de meses. El otro es el pueblo de una amiga hace unos años.

¿Hasta dónde nos debemos exigir valentía? ¿Dónde la valentía deja de ser valentía para convertirse en inconsciencia? ¿Es el miedo perdonable?

Imagínate la vida como un gran conjunto, con más y más subconjuntos; directorios con listas de subdirectorios interminables: las historias subterráneas de las sociedades, de los pueblos, de las familias y sobre todo, de las personas y de las puertas cerradas.


Quedo en deuda. Próximo capítulo: Historias de culpables

29 marzo 2007

Viajes por el pasado


"No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió". Mi maestro Sabina, siempre tan sabio.
Mi maestro Sabina debió conocerme en algún mundo golfo en los que ambos navegamos, por eso, como sabe que tengo una extraña tendencia a perderme en el pasado, me construyó esa frase en una canción que es parte de un conjunto con título paradójico: "Mentiras Piadosas".
Hoy navego nuevamente en lo que fui. ¿Nunca te has perdido en lo que eras? ¿Nunca has hecho el ejercicio del onanismo empático? ¿La crítica comparada de ti mismo? Yo llevo toda mi vida perdida. Es verdad que soy gallega, lo cual sin duda implica cierta tendencia genética a una extraña forma de alegre nostalgia.
¿Somos siempre los mismos y son las circunstancias las que cambian o quizás nunca volverás a ser la persona que fuiste?
En mi esfera psicodramática más intensa, me gustaría pensar que siempre somos personas diferentes, que nunca volverás a ser lo que fuiste. La renovación permanente. La vida como una crisálida que se renueva una y otra vez. Destruir para construir, tienes el poder del Ave Fénix, incúbalo!
Si la vida es un cambio permanente donde no sólo las circunstancias son cambiantes, sinó que tú mismo tienes que aprender a aceptarte en las distintas fases una y otra vez ¿Debemos vivir en el esfuerzo permanente de adaptarnos o simplemente es mejor dejarse llevar?
Me he quedado definitivamente perdida en los anillos del Planeta Místico. Heráclito y Parménides me han invitado a tomar una copa esta noche en el banco de los guerreros donde esperaba Julio que llevaba un ratito conversando con un treintañero Cortázar .
*La foto: Juan Escauriaza, a veces también me pierdo en sus cuadros

27 marzo 2007

Homenaje a la literatura mágica



Por fin he visto un anuncio que me encanta, definitivamente es mi anuncio: http://www.youtube.com/watch?v=GU8Xrc4506o
Evidentemente soy una tramposa, aunque menos que la agencia, porque enamorarse de un anuncio en el que la voz y el copy son de Julio Cortázar tampoco tiene gran mérito!


Al final escuchando al Maestro Cortázar vuelvo a mi realidad,
la realidad de las pequeñas cosas.
Aterrizo después de semanas perdida,
otra vez en mi mundo de las verdades
para preguntarme si todas las carencias nos liberan.

A veces pienso que mi día día me transforma.
Yo no soy la persona que va a la oficina por las mañanas,
ni la que se acuesta en mi cama por las noches.
Debo bajarme del autobús de vez en cuando
y sentarme en el banco para ver como pasa mi vida olvidada.

Maestro Cortázar, gracias por el viaje.

23 marzo 2007

El lucro cesante de no ser madre


Animada charla en la comida. Sólo mujeres. "Mi amiga se ha montado por fin su casa de soltera y he ido a comprarle el regalo. Como no se va a casar..."

Parece ser que "lo último" para las mujeres, entiendo que pasará lo mismo con los hombres, es que cuando deciden "no casarse" y "montar su definitiva casa de solteras", sus amigos les hacen el regalo de "no boda". Sic.

Queridos amigos de toda la vida: He decidido que mis hijos no hagan la Primera Comunión, por favor preparad vuestros regalos que deberán ser entregados en Mayo de 2011, que es cuando les tocaba tan feliz transición...

¿Estamos todos locos? ¿Desde cuándo existe el derecho de compensación del lucro cesante de los regalos no recibidos? ¿Desde cuando regalar se ha convertido tanto en una obligación como en un derecho del regalado? ¿Hemos llegado al punto de tener "hitos" de regalo que son como "Corticoles"? ¿Dónde está mi boucher de la Confirmación?

Comentaba otra amiga en buena lógica, que ella que no tiene hijos, va a reclamar su particular lucro cesante de "no madre", por todas las Navidades, cumpleaños, Bautizos y demás acontecimientos que lleva regalados a sus 6 sobrinos y que no tienen visos de ser compensados! Pues si la partida tiene esta baraja, es verdad, a ella le están haciendo trampas.


Otro día seguiré, en cinco minutos salgo hacia el funeral de la sorpresa.






13 marzo 2007

El tiempo quemado


Cada vez que acabo un día desaprovechado siento una gran angustia. ¿Qué harías con tu tiempo si fueras libre?

Creo firmemente que tirar el tiempo es igual que despercidiciar comida, que abrir el grifo de la ducha para que se caliente durante media hora, que tirar las hojas de papel usadas por una sola cara, que comprarse bolsos de miles de euros, ...el consumo de la propia existencia, la hoja roja de tu vida que se acerca.

¿Nos hemos acostumbrado de tal forma a consumir, que hemos convertido nuestra vida en una trampa de quemar días?
"Qué bien ya es viernes", "Ya pronto llega la Semana Santa"...maldita trampa!: "Queme Ud. rápido su vida con el aliciente de unas vacaciones"

Pues yo me niego.
Yo vivo en la prórroga sin principio ni final del que escapó de la muerte y no tengo tiempo que perder. Soy una infeliz documentada que sabe que la engañan.


12 marzo 2007

Acrata e insolidaria, por lo tanto peligrosa


En serio o en broma un amigo me ha llamado ácrata (es cierto), insolidaria (no es cierto, lo que no soy es solidaria de postal), intolerante (hasta me he enfadado al ver mi palabra más odiada dentro de la lista) y concluye que por lo tanto soy peligrosa. Verdad. Lo de peligrosa es verdad. Como una bala perdida.


Hace muchos años uno de mis viejos amigos, viejo no sólo por el tiempo que llevamos siendo amigos, sino porque además es viejo; me apodó kamikaze. Es cierto, tengo una carencia total y absoluta de miedo a tirarme en picado, en otras palabras, tengo la falta de miedo del que no teme perder, estrellarse y volver a empezar. Yo lo llamo la libertad del respeto por la dignidad propia y ajena. No lo puedo evitar y además espero que nunca jamás deje de enfadarme, de alegrarme, de impresionarme y de sentir las cosas con la misma pasión con la que sigo haciéndolo. Yo no se ni vivir ni ser de otra manera. Gracias quizás a Dios y si no es a Dios, pues yo lo agradezco todas las mañanas a quien sea.

Cada uno tiene una escala de valores diferente y más o menos flexible. La mía es siempre la misma y es cierto, no es flexible. La libertad, la dignidad, la lealtad, el sentido de la responsabilidad, ... yo permanezco en los felices cincuenta pero en roja, atada a varias piedras básicas, muy pocas pero básicas e inamovibles.

Definitivamente tendría que ser holandesa, lo del Ticino seguirá siendo mi retiro dorado a lo Highsmith, pero yo donde de verdad tengo mis orígenes es en Holanda: Todos tan espantosamente sinceros, todos tan absolutamente imbuidos de la seguridad burguesa que te obliga a declarar la verdad sin cortapisas, todos tan concienciados de un bien común, todos tan contentos por los éxitos individuales como impulsadores de la comunidad, todos tan organizados ...ayyy ese carácter nórdico, que morriña. Si es que no soy latina por más que me empeñe!


El otro día, otra persona cercana, me decía a modo de crítica que "soy un poco hippy y liberal". Las dos cosas son ciertas, en pijo, pero ciertas.


Y unos días antes alguien me había definido como un "hombre en el cuerpo de una mujer". Lo cual puede hasta tener su "puntito onanista".


Total que para una niña pija soy hippy (traducido al pijo: sin interés por las marcas/pautas que se deben usar según el manual del estilo correcto de ciertos círculos sociales) y liberal (traducido al pijo: lo peor! dícese de aquel que piensa en la igualdad de oportunidades y todo ese tipo de barbaridades desestabilizantes del buen orden social).
Para un joven ejecutivo moderno en industria dinámica soy todo lo contrario.
Para un compañero soy un hombre.
Para mi madre nunca fui niña.
Para mis hijos soy mamá lua.
Para mis conocidos, Dios sabe quien soy.
Para mis amigos soy yo siempre, toda la vida.
Para mí soy lo que hay.
Y para la muerte, la que se escapa.


O yo tengo un problema, que también, o las escalas son muy variables, que no lo dudo. Y es que al final todo es tan terriblemente relativo.





08 marzo 2007

Ahora que soy Oriana Falacci


Querida Oriana,


A medida que me hago vieja, me pasa lo que a ti, me entran unos deseos espantosos de decir la verdad.

Recuerdo tu cabreo llegando a tu casa después de un viaje, al encontrarte con 20 tiendas de campaña de rumanos invadiendo la plaza. "Es que no tienen vivienda" decía el ayuntamiento. "Es que el piso es el producto de toda mi vida de trabajo y yo no quiero convivir con estos señores, ni ver sus tiendas y sus mierdas cada vez que salgo de mi casa". Recuerdo la respuesta generalizada: "Poco solidaria, es poco solidaria".
La solidaridad, esa extraña circunstancia por la que un maleante, un ayuntamiento sin política social o un estado con inmigración sin control; se convierten en factores provocadores de mi sufrimiento personal y el de mi familia. Al final, me hacen responsable de su ineficacia y de su hipocresía.

Solidaridad! Alianza de las civilizaciones que dejamos morir en el mar porque no nos ensucian demasiado las playas y son negros! ¿Qué pasará el día que empiecen a llegar de verdad? ¿Qué pasará el día que la alianza de civilizaciones establezca campamentos en terrenos recalificados para urbanizaciones de la costa?¿El día que sean legales, seguirán siendo rentables? Maldita solidaridad.


Yo soy solidaria con mi abuelo y toda su quinta: Empezaron a trabajar con 13 o 14 años, con 17 los llamaron a filas y después de una guerra les tocó agradecer a Dios la posiblidad de tener 2 trabajos y un pequeño negocio en casa.
50 o 60 años trabajando y tienen un piso, un coche y una pensión de 500 euros al mes. Son pobres y sin derecho a reclamación de ayudas solidarias. En ese momento la familia se convierte en responsable de las carencias del sistema y se sacrifica
¿Debemos pedirle a las familias que donen parte de sus impuestos para pagarle una casa a los de la tienda de campaña en la plaza?
¿Quién le cuenta a mi abuelo que ahora la vivenda es un derecho para los recién llegados pero que se aguante aunque su pensión sea de 500 euros y el pescado de media cueste 25 euros el kilo?

La vida al final es terríblemente injusta en muchas circunstancias, pero la solución no es joder al que se esforzó o pretender que todos asumamos las carencias de los sistemas.


En tu día a día seguro que, en otro nivel mucho menos grave, te encuentras con parecidos ejemplos: ¿Quién no convive con un vago cuyá única actividad consiste en esperar a que el que trabaja se equivoque para publicar su culpa? ¿Son las sociedades occidentales grandes laberintos de vagos escaqueados? ¿Son los vagos mayoría y por eso han establecido férreos sistemas de defensa que convierten en insolidario al que quiere hacer su trabajo?

Tengo la sensación de que la falta de principios es la gran herramienta de los mediocres. Nada es bueno, nada es malo, sin opinión todos somos iguales, pero sobre todo, los malos pasan desapercibidos.



07 marzo 2007

Menos pelotas y más cojones


Por fin me he encontrado con alguien que piensa lo mismo que yo: Los templados y lo políticamente correcto se han impuesto como cultura, nos han invadido, nos asfixian... corrijo para ser políticamente correcta: Me siento quizás no todo lo cómoda que querría con respecto a la generalización de reacciones indefinidas. Horror!

Querido lector, ¿Ha Ud. notado en los últimos tiempos una especie de epidemia de cobardía generalizada? Como dice un buen amigo, ¿Tiene Ud la sensación de que todos somos amantes del buen rollito?
Pues es mentira! Es falta de cojones. Los del buen rollito son los mismos que matarían a sus hijos por un ascenso y su familia lo entendería, que le dejarían tirado ante una banda de parvulitos con navajas por no molestar a sus padres.

¿Dónde está la pasión? ¿Dónde está la opinión? ¿Es más rentable no ser nadie?¿Es uno más feliz cuando no tiene güevos?
Quiero gente con cara a mi alrededor, ¿A dónde tengo que ir?

Reconozco que la "templanza"(de templado, indefinido, ...) me pone muy nerviosa. Para muchas personas es una virtud, pero para mí es un síntoma de a) sabiduría infinita b) hipócrita adaptación al medio.
Como conozco más hipócritas que sabios, llego a la conclusión de que es más rentable no definirse, que para sobrevivir debe ser necesario elegir entre agazaparse o salir cual Rambo de primero en la batalla.
Pero no hay términos medios. Y la mayoría ha elegido mearse en la trinchera. La trinchera, ese sitio lleno de mierda ajena en donde mientras te lo haces todo encima, esperas turno para la siguiente felación a quién más temes.

Mi dignidad me pide primera línea de combate. Lo siento por los que se queden.





13 febrero 2007

Porque sí o porque no



Hace tiempo que tenía ganas de hablar de la lealtad y la disciplina, resquicios de la cultura en extinción del siglo pasado.

Un par de meses atrás hablaba con un amigo, con ya unas cuantas copas de madrugada, y le contaba como al irme de una empresa para la que trabajé, dejé los contratos con los que habría podido hacer un gran negocio en la nueva vida, "atados y bien atados" para la antigua compañía. El me miraba abriendo cada vez más lo ojos primero, poniendo cara de incrédulo después y finalmente moviendo la cabeza a ambos lados y llevándose la mano a la frente..."¿Te lo agradecieron?"..." a que no"...
He ahí la cuestión. No tengo ni idea de si me lo agradecieron y además me da igual. Lo hice por mí y porque sí. Porque hay que ser así.
Muchas veces mi vida debe ser un "porque sí" y hay cosas que no me permito "porque no".

Observará mi aguililla lector que hablo de "mi" vida y de las cosas que no "me" permito y es que en este tipo de razonamiento uno siempre tiene el peligro de parecer un talibán, si no aclara el procedimiento de aplicación.
Y como prueba, aquí va mi mayor porque sí:

Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad, siento más corazones
que arenas en mi pecho dan espuma a mis venas;
y entro en los hospitales, y entro en los algodones,
como en las azucenas.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada,
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñaran aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida;
porque soy como el árbol talado que retoño:
aún tengo la vida.
Miguel Hernandez

o interpretada por mi novio http://www.youtube.com/watch?v=zzTtF5UupCI