07 mayo 2007

Esposas o compañeras de vida



El otro día en una comida "confesé" que no tengo las orejas agujereadas. Parece una tontería, o al menos a mí me lo parece. Pues no, no es una tontería: Parece ser que es una declaración de principios.

Mis padres, jovenzuelos del 68 inspirados por aires de libertad tipo el personaje de "Toni" en la serie "Cuéntame" , acordaron que no hacerme perforar las orejas era un símbolo de la independencia en mis decisiones con la que pensaban educarme.
Una forma tan válida como otra de hacer revolución y quizás la más honrada, es empezar por lo que afecta a tu vida diaria, sin grandes declaraciones de principios, simplemente haciendo una vida coherente a tus ideas.
Evidentemente no hacerle agujeros a un bebé no va a marcar su vida ya que tiene el resto de su existencia para agujerearse lo que quiera, cuando tenga la capacidad de hacerlo e incluso antes. Es una gran muestra de respeto que aún hoy agradezco a mis padres.

Con casi 40 años que tengo he podido agujerearme todo lo que haya querido, es más, he podido hasta ponerme anillas en el cuello tipo mujer jirafa, pero lo cierto es que nunca he entendido qué necesidad puede haber de taladrarse un órgano existiendo pendientes de "clip".
Las visitas a los anticuarios y las subastas son unas de mis aficiones al igual que viajar, por lo que cada vez que encuentro pendientes alemanes o franceses antiguos o viajo a paises anglosajones, me compro pendientes. Y es que aunque casi nadie lo sabe, sólo en ciertos países católico-romanos se agujerea a las niñas nada más nacer, el resto del mundo lo hace de adulto o simplemente no lo hace. Finalmente, la mitad de los adornos más allá de los Pirineos son en una gran proporción "sin pincho".

Todo esto que puede parecer una chorrada, o al menos a mí me lo parece, provoca una gran polémica que me he encontrado nuevamente este fin de semana: Si no me hago agujeros en las orejas pongo en duda mi sexualidad. Es más, mis orejas sin agujerear son una prueba más de mi masculinidad!
Y yo me pregunto, si mi marido necesitase asociar mi feminidad a unos agujeros en las orejas ¿Me habría casado con un hombre maduro? ¿No está despreciando a su mujer el hombre que dice algo así?

En esta España de "igualitarios de postal" la hembra que se sale del carril, acojona. Para ser una perfecta esposa ante todo hay que demostrar la sumisión al puesto, y el agujero en la oreja debe ser una prueba.
Si eres una mujer, ¿Crees que los hombres siguen necesitando mujeres que demuestren "atributos propios de su condición"?
Sumisión, aparente aceptación de roles y sobre todo prioridad en su estética sobre su salud hasta el punto de "taladrarse órganos" para estar siempre guapas para su hombre. Desde que naces, por si no te queda claro.

¿Siguen necesitando los hombres a una esposa tradicional? ¿Somos las mujeres las que seguimos representando el papel, conscientes de que así seguirá habiendo más viudas que viudos? ¿Prefieren los hombres a una mujer dependiente frente a una mujer compañera?


Buf! Cómo quiero a mi marido!



*La imagen es cortesía de un enriquecedor y clarificador foro: "Cuarentones.net"



1 comentario:

Beatriz Russo dijo...

Ay, Choupa, que tus contertulios comensales se están quedando sin temas de conversación. Mira que hablar de los agujeros de las orejas habiendo otros agujeros más interesantes de los que hablar:
Agujero de la capa de ozono, agujero en el bolsillo, agujero de los topos en el jardín, agujero negro (uy, esto no es porno, lo juro), agujero existencial, agujero de yo qué sé. Invítame a una de esas cenas, que yo voy a enumerar agujeros de feminidad naturales.
Un besón.
(Ah, yo no tengo agujeros en las orejas, se me rajaron por dormir con pendientes de aro en mi época noventera. Es lo que tiene ser una moderna)