01 abril 2008

Hamburguesas pagadas disminuyen deudas



Esta mañana una enfermera mileurista soltera y cincuentona ha preguntado donde comprar un bolso de 500 euros, mientras gritaba: Es el nuevo modelooooooo!

Colas de padres de niños que pueden pagarse seguro médico privado, tardando el doble de tiempo que en una consulta de la seguridad social, para ser recibidos por aburridos galenos en prácticas a 5 euros la hora.

Dos horas más tarde una mulata con culo de mulata y tetas de mulata, intentaba disimular el asco ante la cara de un salido que le doblaba la edad, en un Burguer King al lado de un outlet de ropa a 1000 euros. El local olía al sexo de él. Sexo sin lavar. Sexo de asqueroso pajero que se ha importado a una esclava que lo soporte. Puta a jornada completa. Puta respetable.
Normalmente el asco que me producen este tipo de locales en sí mismos, habría superado al asco de un salido; pero mirando su cara podía imaginar su olor y lo único que he podido hacer es intentar no tocar nada. En un momento dado me he visto forrando de asquerosas servilletas la mesa, la silla, los laterales mugrientos de miles de gotas de tomate artificial sedimentado por el sol de Madrid seco.
Desde siempre he tenido la sensación de ser capaz de imaginar la sexualidad de la gente que tengo cerca. Veo a los aburridos, a los vergonzosos, a los acomplejados, huelo a la gente que le pone la caña dura, tengo la certeza que la cuarentona aburrida que vive enfrente es una bomba sexual con tendencias dominantes incontrolables. Se sin ninguna duda que ese conocido tiene una querida de las de toda la vida al mediodía, su mujer le gusta, pero hay cosas que no le pediría.

¿Hay algo en el físico de una persona que explica su sexualidad? ¿Existe algo intuible que nos dice los comportamientos sexuales del personal o soy yo que estoy como un cencerro y me lo imagino todo?

El asqueroso dio por finalizada la comida de fast food y poniendo una evidente cara hacia lo siguiente que le iban a comer, se levantó. De primero.
Ella al pasar por mi lado, me despidió con un "buenas tardes" y una sonrisa. Solidaridad. A ella también le pasa lo mismo que a mí. Ve las almas con su sexo. La diferencia es que yo sólo como hamburguesas cuando quiero.
Suerte compañera, que sea sólo un ratito!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ciertamente es triste ver a una muchachita joven y bonita con un cincuentón o sesentón baboso. Belleza, juventud y sexo a cambio de estabilidad y dinero.

Hoy en día también empieza a ser habitual ver mujeres famosas, adineradas y con clase social de la mano de un sudamericano ansioso de conocer la vida consumista de occidente. Nuevamente sexo y juventud a cambio de dinero y estatus social.

Muchas veces me he preguntado de quién es la culpa, y porqué siempre condenamos al viejo baboso y no a la jovencita bonita.

Al juzgarlo y condenarlo, eximimos de culpa a la otra parte, que aunque necesitada de ayuda para sobrevivir, a optado por el camino fácil convirtiéndose en la puta de un baboso reprimido.

Desde mi humilde opinión creo que ambas partes son culpables. No existe una posición de poder. Ambos están por interés mutuo. Como si de un mercado se hablara. No existe oferta sin demanda, ni demanda sin oferta.

Como el viejo refranero español diría: "Sarna con gusto no pica".

Monica dijo...

Bufff, creo que no nos encontramos. Normalmente las putas, son mujeres, hablo de estadística.
Normalmente los que pagan, son hombres. Sigo hablando de estadística.
La jovencita, no era bonita.
Ser puta no siempre es una opción.

Culpable es el que abusa de la debilidad, de la desprotección o de la necesidad del otro, hombre o mujer.

No puede ser mercado, son personas. Las valoraciones de mercado no aplican a las personas, sólo a los objetos o en su caso a los servicios prestados.
Evidentemente no habría oferta sin demanda en ESTE caso, sí la hay en otros muchos (por ejemplo, el tipo que abre una tienda de ropa que finalmente no vende y acaba cerrando. ¿Puede ser un ejemplo de una mal estimada demanda con su oferta?).
Y sin duda te equivocas en que no hay demanda sin oferta, hay muchiiiiisimas demandas sin oferta, de ahí los nuevos negocios. Veo que tu fuerte no es el marketing o las ventas.

La frase final del refranero español, me deja sin palabras. ahí ya que no tenemos nada de qué hablar.

Anónimo dijo...

Lo siento monica pero te equivocas.

Está claro que no hay demanda sin oferta. Los nuevos negocios como tú dices, osea la oferta, son los que crean la demanda. Una demanda que no existía antes de que apareciera la oferta.

En el caso contrario. No hay oferta sin demanda. Con tu ejemplo me das la razón. Automáticamente la oferta desaparece por falta de demanda, por lo que deja de existir la oferta.

Conocer el marketing o las ventas, no es necesario para entender la mecánica de la oferta y la demanda. Se necesita lógica y reflexión para eso. Cosa que deduzco que no aplicas por falta de tiempo en tu día a día.

Culpable no es sólo el que abusa de la debilidad, desprotección o necesidad del otro. También es culpable quién pudiendo remediar su situación no lo hace por interés propio.

No me creo que la única salida que le queda a esa jovencita sea acabar siendo la "puta" de un viejo baboso. No me lo creo. Creo que ha optado por el camino fácil.

Me dan pena las niñas o mujeres obligadas a prostituirse por mafias o redes de tratas de blancas, pero esa jovencita no me da pena, porque ella ha elegido su camino. Es más, seguramente cuando el viejo se muera se quedará su piso, su chalet y su herencia, y habrá hecho un buen negocio.

Como el viejo refranero español diría: "No es listo quien quiere, sino quien puede".

Un saludo.